Al llegar quise una mesa para poner en el porche.
Pedí una de plástico, la que fuera más barata.
Me la hicieron de laurel.
Pedí una de plástico, la que fuera más barata.
Me la hicieron de laurel.
(...) las hallé en cuadernos sueltos, tuve certeza de que se necesitaban entre sí, que su soledad las perdía. J. Cortazar
Trabajar en una mesa de Laurel tiene que ser un gran gusto, no se acercaran las polillas ni muchos insectos, no les gusta el Laurel, y sobre todo lo que hagas estara impregnado del aroma de los campeones, es una mesa con espiritu.
ResponderEliminarel comentario de icc es precioso y si eres una campeona .....
ResponderEliminarmadre mía, miedo me dais las dos juntas como comentaristas...un beso
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