SEMIFINAL

Una hora antes del partido lluvia torrencial, de ésas que normalmente nos interrumpe la señal de la tele…cinco minutos antes mis compañeros ugandeses siguen viendo las noticias de Uganda (por lo menos hay tele), cambiamos de canal, ¡acaban de sacar! pero el comentarista de Eurosport es un sin sangre…nos conectamos a internet y ¡SUERTE! podemos escuchar a los de la Ser en directo, la retransmisión está llena de emoción, aunque se nos corta de vez en cuando y va unos dos minutos de retraso con lo que estamos viendo en la televisión. Para picar jamón y agua, no hay más... Uno de nuestros tres ugandeses al final de la primera parte está dormido en el sillón, en el segundo tiempo nos quedamos sin internet y por tanto sin radio, sin emoción y sin oir cantar el gol. Lo cantamos nosotros, ante los ojos como platos de los ugandeses. Se acaba el partido, y nos ponen a unos tertulianos aburridos, ni una imagen de la celebración que suponemos hay en España, la realización ni siquiera nos ha sacado a la reina ni a nuestros jugadores al final del partido. Acaba la tertulia de los catedráticos del fútbol, ponen en diferido el partido de los holandeses y Uruguay, puff...buscamos como locos en los seiscientos canales de la tele a ver si alguno saca algo de la celebración, nada, como mucho alguna repetición de las mejores jugadas. Vuelve la conexión a internet y oimos entrecortada la entrevista a Zapatero, aprovechamos que la red está estable para llamar a un amigo que está en un bar, que nos dice que hace mucho calor en Madrid y que toda la ciudad está colapsada...se corta la conexión...vuelve la conexión...empieza El Laguero, nos hace participar un poco de cómo se está viviendo la cosa en España, llama gente de todo el mundo que está viendo el partido en sitios insospechados, Malasia, Sudamérica, China…ójala tuvieramos conexión para por lo menos llamar nosotros y participar un poquito. Para la final hay que elaborar un plan.