Ayer hice otro de esos viajes para visitar uno de los sitios donde vamos a hacer una escuela, tres horas por un camino de tierra con muchos muchos baches, lo cual a pesar de ir en un 4x4 estupendo y de llevar a un conductor que está muy acostumbrado, no deja de ser bastante agotador. La diferencia es que ayer, a la vuelta, nos trajimos a la mujer de uno de los conductores de la asociación, una mujer guapísima, de unos veinte años y metro noventa y embarazada de ocho meses. No se quejó ni un poquito y ademas iba en la parte de atras, que es mucho peor; a ratos yo la veía que sudaba mucho o se sujetaba la barriga y fruncía un poquito el ceño, pero cuando le preguntaba qué tal me sonreía mucho y casi sin mirarme me decía muy bajito que bien (aquí las mujeres no hablan con la misma confianza y soltura que los hombres, supongo que entre ellas sí, pero conmigo o con los hombres hablan poco y bajito). Les dije que en mi país cuando una mujer está tan embarazada procuramos que no se canse mucho y que esté tranquila, que consideramos que el reposo es importante. Les hizo bastante gracia.
La cosa es que a mi por la tarde me dolia todo como si me hubieran dado una paliza, y me acordaba de mi compañera de viaje, luego en realidad pensé que gracias a que la trajimos va a poder dar a luz mas cerca de un centro de salud (o lo mas parecido que hay aquí) y que su otra opción era hacer ese viaje andando, lo que le hubiera llevado quizá un par de dias.
Es inevitable comparar cada vez que te cruzas con situaciones como estas (1000 en un dia, seguro) entre aqui y alli, yo me volveria loco
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