Páginas

20110412

ALMACÉN

En los colegios no hay más espacio que las aulas, así que estamos forzados a utilizarlas como almacén de obra. Nadie pone peros, no hay problemas, apañarse con lo que hay y adaptarse a las circunstancias es el día a día en los lugares donde los medios escasean.
En este cole, la profesora de preescolar sin dudar ofrece su aula, sabiendo que es la que más sitio tiene y nos indica donde poner las cosas, sus quince alumnos juegan y aprenden entre chapas y cemento, aprenden a convivir con cosas que cortan y manchan y que no hay que tocar. 
Mucho más natural que el forzado entorno que nosotros a veces intentamos desmedidamente construir alrededor de nuestros sobre protegidos niños, sin tener en cuenta que la inmensa mayoría, incluyendo a nuestros padres y abuelos, han jugado y juegan felizmente con latas oxidadas, palos y piedras.

3 comentarios:

  1. Cuando la gente se queja de lo que manchan y ensucian lo albañiles, y de lo que tardan, me acuerdo y digo la frase: las obras empiezan cuando empiezan y acaban cuando acaban.
    Convivir con la molestia de que otros terminen sus trabajos y a la espera de que cuando se terminen sea para estar más seguros, mas comodos o mejor instalados, puede ser un poco engorroso, pero más para el que trabaja que para el que espera el resultado.

    ResponderEliminar
  2. De pequeño tuve una época con los amigos que no hacíamos otra cosa más que entrar en obras. Buscábamos barras de hierro para jugar a la "lima", trozos de esa cosa amarilla que picaba tanto para echarlo en la espalda sudorosa de algún colega, cuerda de marcar, tubos de rozas, cables... todo eran trofeos...

    Un día, a un amigo le había enseñado su padre a hacer "masa", así que nos metimos en una obra, buscamos una cubeta, un poco de cemento, agua... y nos pusimos a alicatar por toda la casa unos azulejos de baño con el mayor desorden y la mayor anarquía estilística posible...

    En su día ni me lo planteé, pero ahora cuando me acuerdo siempre pienso la cara de los albañiles al llegar a esa obra a la mañana siguiente... y me entra la risa tonta... no puedo evitarlo.

    ResponderEliminar
  3. Las obras son grandes sitios para jugar...yo también recuerdo hacer yeso en el sótano de casa y luego usarlo para pintar en el suelo...

    ResponderEliminar