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20100826

DIFERENTE

El anonimato es imposible. Soy la blanca, la cawalla, la muzungu, todo el mundo ya me conoce; los niños me saludan a diario, los más mayores se acercan a darme la mano, a veces desde lejísimos llamándome a gritos, los más pequeños cuando me ven se sorprenden, otros se asustan y lloran cuando sus madres les acercan a mi y todos reímos. Soy diferente. Se acuerdan de mi nombre, y yo ni siquiera recuerdo que nos hubieran presentado antes. Cuando hay un acontecimiento social me reservan un sitio preferente, cuando hay algún ritual me consideran siempre, me acompañan a todos sitios, me hacen mil preguntas, noto su atención sobre lo que como, sobre mi ropa, sobre cómo llevo el pelo. Siempre me miran. A veces olvido que soy blanca y entonces alguien me da la mano y veo lo tremendamente distinto que es nuestro color de piel. Sólo es eso.
En ocasiones echo de menos el anonimato de un paseo por la Gran Vía. Ser distinto no es fácil, y eso que mi diferencia aquí sólo me da ventajas, mi color de piel me precede, me prejuzga, me posiciona, hace que me tengan en consideración, que lo que digo sea escuchado. Es tan absurdo como extraño.
Aunque sólo de lejos, creo entender lo que supone ser diferente, y lo difícil que debe ser cuando tu diferencia además te discrimina.

1 comentario:

  1. Todos nos sentimos especiales para nosotros, pero que te noten especial puede ser molesto, que te miren, aunque hay personas que no pueden vivir sin llamar la atencion, los artistas, pero todos nos hemos sentido especiales en nuestro entorno, a veces se nos quita el pudor de lo individual, todo depende de como lo asuma la persona en concreto.

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